jueves, 9 de junio de 2011

Pyke Koch- El Realismo Mágico en pintura

Las  Vanguardias Históricas, desarrolladas desde principios del siglo XX hasta los años 80’, fueron movimientos heterodoxos que rompieron con el arte dominante del momento y que nacieron como reacción frente a la pintura académica. Inmediatamente antes de la I Guerra Mundial hasta la II, se desarrollan el Expresionismo, el Cubismo, el Futurismo,  el Surrealismo, la abstracción de mano de Kandinsky……. Era la ruptura máxima con todos los modos de representación anteriores.

 Todos estos ismos compartían ciertos rasgos comunes que los hacían perfilar como tales Vanguardias: esa idea de ruptura, ya expresada; la utilización de textos doctrinales como declaración de intenciones y la ilusión de que el arte podría ser un vehículo para cambiar el mundo. Un mundo en el que la muerte y la destrucción dominaban, un mundo marcado por el ascenso de los fascismos....


Publicación Dadaísta, 1919


Manifiesto Surrealista- André Bretón, 1924

Sin embargo, muchos artistas, en ese mismo momento,  buscaban otro tipo de vehículo para proyectar su mundo interior. Eran aquellos que buscaban el realismo en sus composiciones lo que suponía una vuelta a la objetividad, a la  pintura sometida a normas, una vuelta al arte desarrollado bajo los parámetros que desde el Renacimiento estaban vigentes.  Para muchos, esta intención era una involución. Actualmente, distintos críticos niegan esta visión.

Este es el contexto desde el que hay que entender la pintura de Pyke Koch, un pintor holandés, nacido en 1901 que, sin estudios de arte (había estudiado derecho), utiliza ese realismo para dar salida a su universo interior.


Pike Koch

Dejó muy poca obra, apenas cien cuadros. Pintaba con dificultad. Algunos lo adscribieron al Surrealismo pero él mismo lo hizo al Realismo Mágico, que según sus palabras, es aquel que “se expresa por medio de elementos contradictorios (...) posibles pero improbables”.

Tras visitar, a finales de los años 30’, muchas de las ciudades de la Toscana, intentó pintar como los maestros del primer Renacimiento italiano del S. XV, el  Quattrocento, bebiendo directamente de Piero della Francesca o Mantegna. Además, es el momento en el que conoce, de primera mano, obra del futurista Severini y del representante de la pintura metafísica De Chirico.







Naturaleza muerta con manzanas y peras, 1944- 46

 Otras de sus influencias vienen de la mano del cine expresionista alemán o del trabajo de Federico Fellini.  Una de sus primeras obras, presentada en el Salón de los Independientes de Ámsterdam en 1929, muestra el retrato de Asta Nielsen, actriz danesa que había trabajado para Pabst en una película que Koch conocía, en la que encarnaba a una prostituta. Así la representa. Intentó utilizar técnicas usadas por los maestros del Quatroccento con una imprimación base de color verde a la que añadió sucesivas capas de blanco para construir el rostro. Cuando vió el verde, aún siendo marcado y evidente, decidió mantenerlo.




Retrato de Asta Nielsen, 1929


Mercedes de Barcelona, 1930




Bertha de Antwerp, 1931


La galería de tiro, 1931


Contorsionista, 1957


Mujeres en la calle, 1962-64


Señal, 1975

Era autodidacta, pero su habilidad técnica causó impresión y posteriormente dió entrada en su obra a prostitutas, a barriadas de extrarradio, a gente de circo, contorsionistas, ferias........lo que le valió numerosas críticas. Algunos estudiosos ven en su obra huellas de sus demonios interiores como la muerte o su cercanía ideológica al fascismo que abandonó posteriormente.   Llevó una vida aislada hasta su muerte provocada por el Alzheimer en 1991. Es considerado uno de los pintores holandeses más importantes del S. XX.



El Éxtasis, 1967
Bibliografía:

- Catálogo de la Exposición " Mímesis, Realismos Modernos 1918-1945". Museo Thyssen- Bornemisza, 2005-2006

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