domingo, 30 de septiembre de 2012

Coleccionistas: Peggy Guggenheim




Peggy Guggenheim
Fuente de la imagen: Aquí.

"El arte es cuestión de personalidad". 
Marcel Duchamp. (1)


Proveniente de una familia judia de origen suizo emigrada a EEUU, la labor que Peggy llevó a cabo con los artistas de vanguardia del siglo XX fue encomiable y conecta con los deseos que también tuvo su tío, aquel que encargó a Frank Lloyd Wright, el Museo que llevaría su nombre: el Solomon Guggenheim de Nueva York, creado con un sentido helicoidal y ascensional,  a modo de zigurat mesopotámico.


De izquierda a derecha: Frank Lloyd Wright, Hilla Rebay y Solomon Guggenheim
frente a la maqueta del museo. 

Sin embargo, aún siendo un hito de la arquitectura organicista contemporánea y un maravilloso continente para el arte que sigue llenando sus paredes, éstas,curvas y con suelos inclinados,  trajeron de cabeza a los conservadores del museo por los problemas que tuvieron que resolver al llevar a cabo las exposiciones.

Fuente

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Peggy , a lo largo de su vida, creó dos salas de exposiciones; también fue coleccionista y se rodeó de lo mejor de la intelectualidad del momento.Viajó y vivió en distintas ciudades europeas.Fue la impulsora y mecenas de autores sin los que no se puede entender el arte contemporáneo de vanguardia de antes y después de la II Guerra Mundial. De hecho, aún compartiendo el amor por el arte y queriendo atesorar obras importantes, para María Dolores Jiménez-Blanco y Cindy Mack, la gran diferencia entre ella y Solomon es que éste último se veía dirigido por asesores y por su propia mujer, Hilla Rebay para comprar esta o aquella obra.



Fotografía de artistas en el exilio en el apartamento de Peggy Guggenheim en Nueva York, 1942
Primera fila, de izquierda a derecha: Stanley William Hayder, Leonora Carrington, Frederick Kiesler, Kurt Seligmann. Detrás:  Max Ernst, Amadee Ozenfant, Andre Breton, Fernand Leger, Berenice Abbott. Última fila: Jimmy Ernst, Peggy Guggenheim, John Ferren, Marcel Duchamp ; Piet Mondrian.

Sin embargo, Peggy, compraba con las tripas, por su propia intuición, y aún teniendo a su lado a Marcel Duchamp con la que le unió una gran amistad y que fue para ella un gran consejero y maestro ( ella afirmó que fue quien le enseñó la diferencia existente entre el surrealismo y la abstracción), fue tremendamente generosa ayudando desinteresadamente a muchos de estos artistas, fundamentalmente durante la II Guerra Mundial.



La fortuna de los Guggenheim fue atesorada por el patriarca de la familia tras invertir en minas de plata en Colorado y siguió creciendo gracias al cobre y a los nitratos. El imperio económico que llegaron a crear se extendió por el Congo, Chile o México así como en otros estados americanos y creció más, si cabe, cuando su tío, Solomon, se casó con una Rothschild.


Como curiosidad diremos que, sin embargo, de los cuatro hermanos, Benjamín, el padre de Peggy, fue el hermano pobre de la familia. Fue  uno de los que se encontraba en el Titanic el día de su hundimiento en 1912.De temperamento flemático, ni se inmutó cuando fue advertido de que el barco había chocado con un iceberg y se estaba hundiendo. Este hombre se había apartado del negocio familiar tempranamente .Buscaba independencia y esa misma independencia fue el legado que dejó a su hija que la buscó durante toda su vida. 



Peggy Guggenheim escribió dos libros " Out of the century" (1946) y "Confessions of An Art Addict"(1960) que fueron fundidos en uno solo " Una vida para el arte" en 1979, cuyo telón de fondo es buena parte del siglo XX, un siglo tremendamente inestable, inseguro, terrible, el propio decorado de su atribulada y propia vida.



Peggy no respondió a las expectativas depositadas en una señorita de clase alta de la sociedad norteamericana: para empezar comenzará a trabajar en una librería de vanguardia en Nueva York donde conocerá al que sería su primer marido con el que tendrá una relación tormentosa: el escultor, pintor y poeta dadá Laurence Vail con el que viajó a Paris para pasear por Montparnasse junto a Hemingway, Joyce o Ezra Pound.



Esta relación marcada por una tempestuosa reciprocidad se rompió y ella se unió al escritor inglés John Holms, quien marcó su vida sobremanera y cuya joven muerte la llevó a un intento de suicidio.

Como hemos comentado, los nombres que la rodearon fueron los grandes entre los grandes del siglo XX: le gustaba mucho el surrealismo, quizás por la influencia de otro de sus maridos Max Ernst que, desgraciadamente, tuvo que pasar por el amargo trago de ser recluido en un campo de concentración y que fue compañero, posteriormente de Dorothea Tanning ( de quien tenéis una entrada en el blog),  con quien permaneció hasta su muerte.


Max Ernst, junto a Peggy Guggenheim hablando con las autoridades
de inmigración una vez llegado a EEUU, 1941

Sin embargo, quiso ser ecúanime y trató de que todos los ismos de vanguardia estuviesen representados en su colección. De esta manera compró obras cubistas, dadá o expresionistas abstractas. De hecho, se dice que fue ella quien más apoyó a Pollock, cuando nadie creía en él, para hacer que fuese descubierto.


Además, Man Ray , Tanguy , Brancusi, Frederic Kiesler, Breton o los escritores Samuel Beckett o Djuna Barnes, así como sir Herbert Read o la anarquista Emma Goldman ( una de las defensoras de la libertad de la mujer) fueron sus amigos. Esta última fue, quizás, quien mejor que nadie conoció la bonhomía (*) de su benefactora cuando estando exilada de Estados Unidos, recibió como regalo de Peggy una casa en Saint-Tropez.


Max Ernst: La vestimenta ( ¿el robo?) de la novia, 1940


Max Ernst: El Antipapa, 1942

Tendente ideológicamente hacia la izquierda política, envió dinero para la causa republicana durante la guerra civil española como miembro del Comité de Ayuda a España subastando en su galería los cuadros donados por los artistas entre los que se encontraba un picasso de 1937.


Peggy Guggenheim con un cuadro de Picasso al fondo y 
una escultura de Giacometti sobre la mesa.

Se le reprochó en alguna ocasión su banalidad a la hora de seguir comprando arte estando los alemanes a las puertas de París( esa fue la situación que estaba viviendo cuando compró " Pájaro en el Espacio" de Brancusi), pero también fue capaz de marcharse a Estados Unidos vía Lisboa previa petición de la familia de André Bretón para que los ayudase a salir del continente. En ese momento ya tenía como marido a Max Ernst muy tocado, intuyo, después de haber estado en el campo nazi.


Constantin Brancusi: Pájaro en el Espacio, 1932-40


Constantin Brancusi: Maiastra, 1912

Los dos entornos creados expresamente para dar cobijo a toda la obra que compraba (una cada día, según sus propias palabras) fueron, una,  la Guggenheim-Jeune en Londres, que llegaría a acoger obra de Tanguy, Kandinsky, Mondrian, Brancusi, Arp, Laurens, Duchamp- Villon, Henry Moore, Pevsner, Calder y Tauber- Arp. Esto supuso una gran contrariedad y escándalo entre los conservadores de la Tate Gallery porque siendo los que debían autorizar la importación de las piezas no lo hicieron al no darles la categoría de obras de arte.(2). Los bombardeos sobre Londres durante la II Guerra Mundial hicieron que esta experiencia acabase.



Pendientes realizados por Ives Tanguy para Peggy Guggenheim


Duchamp- Villon


Pevsner


El segundo entorno fue la galería que creó en Nueva York desde 1942 al 46' momento en la que la cierra tras la guerra y regresa a Europa. La llamó Art of this Century, el mismo título de un libro que mostraba toda la colección atesorada por ella. La galería fue un referente que supo imbricar las corrientes europeas de vanguardia, fundamentalmente, surrealismo y dadá  y el expresionismo abstracto americano que hará de Nueva York la nueva capital del arte relevando a Paris tras la II Guerra Mundial. De nuevo Duchamp y André Breton serían sus asesores y en la primera exposición a los artistas europeos de vanguardia se unirían Robert Motherwell, William Baziotes, Mark Rothko, David Hare, Clifford Still y por supuesto, Jackson Pollock.



William Baziotes: El Paracaidista, 


Clifford Still, Jamais, 1944


Jackson Pollock: Circuncisión, 1946

De ella y fundamentalmente de Duchamp salió una idea que tuvo un tremendo impacto en la prensa norteamericana: la primera exposición colectiva de mujeres pintoras.


Marcel Duchamp: " Joven Triste en un Tren".

Finalmente su retiro tiene lugar en Venecia, en un edificio inacabado del siglo XVIII, el Palazzo Venier dei Leoni, que terminó siendo la sede definitiva de su magnífica colección.


Palazzo Venier dei Leoni

En 1965 la Tate Gallery, que en los 40' se negó a exponer el arte que ella tenía por no considerarlo arte, la invitó a mediados de los 60' a que expusiese casi toda su colección en sus salas, igual que el Museo de Estocolmo o el Museo de l'Orangerie, dependiente del Louvre, que también quiso exponer sus piezas, cuando durante la guerra se negó a protegerlas. Fue su revancha.





Calder

La muerte de su hija fue un duro golpe para ella, dejó de comprar arte moderno. La que había sido considerada la " Medicis del siglo XX" muere en 1979 y hoy su casa museo forma parte del Solomon R. Guggenheim Foundation.



La obra de referencia y las citas han sido extraídas de: 

- Jiménez- Blanco, María Dolores y Mack Cindy: " Buscadores de Belleza". Editorial Ariel, 2010.
1- Idem, pág. 336
(*). En el diccionario de María Moliner no he encontrado una palabra que sea sinónimo de bonhomía aplicado a una mujer pues bonhomía siginifica: "hombría de bien" .
2- Idem, pág. 342

En cuanto a las fuentes gráficas por problemas técnicos no he podido reseñar cada una las fotografías utilizadas. Si alguien se siente ofendido, por favor, que deje un comentario en la entrada y la imagen será ubicada o retirada inmediatamente.

Esta entrada tiene una intención meramente educativa y de divulgación de la obra de Peggy Guggenheim.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Franz Xaver Messerschmidt y La Locura.




Franz Xaver Messerschmidt

"El gran genio ciertamente está cercano a la locura
Y una fina línea separa sus confines"

John Dryden.( 1)

Para Hipócrates (460 a.C.- 370 a. C), el padre de la medicina en la Antigüedad, la diferencia entre salud y enfermedad venía dada por el equilibrio entre lo que él denominaba los cuatro fluidos o humores: la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra. El predominio de uno u otro humor daría como resultado distintos tipos de seres humanos. El predominio de la sangre producíría tipos sanguíneos; el de la flema, tipos flemáticos; la bilis amarilla daría como resultado tipos coléricos y finalmente, la bilis negra tipos melancólicos.


Leonhard Thurneysser: Quinta Essentia, 1574

Leonardo da Vinci: Ilustración de los cuatro temperamentos, en 
torno a un perfíl clásico coronado por laurel: el sanguíneo ( emocional),
el flemático ( equilibrado), bilis amarilla ( irascible, atrabiliario) y la bilis negra
de temperamento triste, apático y melacólico. Sobre 1490.

Posteriormente, estos humores, durante la Edad Media, fueron conectados con el Aire, el Fuego, el Agua y la Tierra. La salud pasaba por que existiese la armonía, el maridaje, el pacto y la estabilidad entre ellos.







Esa unión y ese pacto es lo que dicen que no tuvo nuestro escultor. Franz Xaver Messerschmidt, creador austro alemán, nacido en Baviera (1736-1783) y cuyo trabajo se ubicaría a caballo entre el Rococó y el Neoclasicismo, es uno de esos hombres cuyos contemporáneos no comprendieron, cuya obra podría ser perfectamente, no ya del siglo XX si no del XXI, debido a las llamadas "cabezas de carácter" que realizó; 69 bustos en los que, parece ser, quería plasmar las otras tantas variedades de muecas catalogadas como posibles en el ser humano.


Franz Xaver Messerschmidt
 
Franz Xaver Messerschmidt

 En este sentido Messerschmidt recogía el testigo, primero, de Giovanni Battista della Porta en el XVI y posteriormente de Charles Le Brun, pintor de corte y director de la Academia Real de Pintura y de Escultura de Francia en el siglo XVII, y del que tenéis una entrada en este blog, que en sus tratados plasmaban la idea de que el cuerpo puede expresar los estados del alma y transmitir el carácter del ser humano. A esta idea se le denominó Fisiognomía retomando una práctica muy antigua. La obra más importante de Le Brun fue "La Expresión de las Pasiones Humanas".



Tomando, pues, esta idea, Messerschmidt realizó, como decimos, una galería de cabezas, de bustos hiperrealistas, expresionistas, realizados con una técnica escultórica maravillosa.


Franz Xaver Messerschmidt

En metal, en aleaciones más baratas como el estaño, en plomo, en alabastro, Messerschmidt, después de ser un autor académico que realizaba encargos para la alta aristocracia y la nobleza ( bajo el mecenazgo de la Emperatriz María Teresa), terminó siendo rechazado para el puesto de catedrático de escultura de la Academia de Bellas Artes de Viena debido a que "padece algún desorden en su cabeza" (2).



Martin van Meytens: Mª Teresa I de Austria con máscara. 1744

Para muchos historiadores es ahí donde comienza su declive personal pero también el momento de creación máxima con estos bustos.

 Rudolf y Margot Wittkower en su maravilloso libro "Nacidos bajo el signo de Saturno" que os recomiendo, por cierto, vívamente, nos cuentan que Messerschmidt es el caso por excelencia en el que genio y locura se dan la mano y analizan el estudio que el Doctor Ernst Kris, historiador del arte y psicoanalista, hizo sobre su figura. 


Franz Xaver Messerschmidt

De esta manera se sabe que en la última década de su vida se recluyó en Bratislava y conocemos algo de su forma de vida gracias a la visita de un escritor, Friedrich Nicolai, que se ganó su confianza dejando escritas las impresiones que le produjo Franz.

Lo definió como "una persona de una fortaleza de cuerpo y espíritu poco comunes- en su arte un genio extraordinario, en la vida cotidiana un poco dado a rarezas que arrancan principalmente de su amor a la independencia". Afirmó, también, que vivía " muy frugalmente, pero independiente y muy contento (...), pronto fuimos amigos bastante íntimos".(3)


Franz Xaver Messerschmidt

 A Nicolai, un hombre de la Ilustración, con una querencia por el Racionalismo y lo explicable científicamente, le llamó sobremanera la atención el hecho de que "tuviera colgado cerca de la ventana un dibujo de una estatua egipcia sin brazos que ( el escultor) siempre contemplaba con gran admiración y reverencia". (4) Pronto supo que se trataba de Hermes Trismegisto.


Hermes Trismegisto
D. Stolcius von Stolcenberg, Viridarium Chymicum, Francfort, 1624

También le contó que veía fantasmas que lo asustaban mucho y que el peor de todos era el espíritu de la proporción que le producía grandes dolores. Franz, que había ideado una muy complicada teoría sobre las proporciones humanas y conocía las relaciones entre ciertas partes del cuerpo y de la cara, para librarse de esos dolores y romper la influencia que el espíritu tenía sobre él, se pellizcaba mirándose en el espejo tallando las muecas en los bustos que dejó como testigos hasta el fin de los tiempos. 

Franz Xaver Messerschmidt

La serie de estas cabezas empezada en 1770, fue terminada en siete años y os diré que en los últimos seis años antes de morir, hizo cincuenta y siete ( fueron 69 en total), gran empresa, ya que hay que tener en cuenta que seguía trabajando y realizando otros encargos de bustos y retratos hoy perdidos. 


Franz Xaver Messerschmidt

Curiosamente, en la era de la Ilustración, del Racionalismo, un escultor procedente de una familia muy humilde, entró en determinados círculos intelectuales de la clase alta en donde el mesmerismo, Hermes Trismegisto ( el dios egipcio helenizado), el esoterismo, las prácticas ocultas y mágicas eran habituales.


Franz Xaver Messerschmidt
 Tras su muerte, las cabezas fueron exhibidas en un parque de atracciones de Viena y poco se pudo hacer para encontrar una explicación plausible para esclarecer su obsesión por las muecas faciales.
Muchos críticos del arte rechazaron pensar que Messerschmidt estaba falto de cordura; el doctor Kris, sin embargo, creyó siempre que la clave de la personalidad y de la obra de este autor estaba en una psicosis paranoide.(5)
Franz Xaver Messerschmidt
 
Schopenhauer afirmaba que "el genio está más cercano a la locura que la inteligencia media" (6), mientras que Charles Lamb sostenía que " es imposible que la mente conciba a un Shakespeare loco" o Pelman, un psicólogo de comienzos del siglo XX , que aseguraba que " en el caso de caer en la locura, disminuyen las facultades creativas ( tal como ocurrió con Coleridge o de Quincey)" (7).

Aristóteles y Ficcino, Vasari y Robert Burton, muchos fueron quienes conectaron la creación con la locura y el temperamento melancólico.


Franz Xaver Messerschmidt

¿ Qué opináis vosotros? 


Toda la obra gráfica ha sido extraída de Wikimedia Commons. Si no ha sido así, tenéis al pie de la foto la página de la que proceden. Haced click sobre ellas para ampliarlas.

En cuanto a la obra de referencia básica ha sido la ya citada en el post de donde proceden las citas.
- Wittkower, Rudolf y Margot: " Nacidos bajo el signo de Saturno". Ediciones Cátedra, Madrid, 1988.

- 1. Pág. 101
-2. En la pág. 124 recogiendo las palabras del Primer Ministro, el Conde Kaunitz.
-3. Pág.125
-4. Ibídem.
-5. Pág.127
-6. Pag.101
-7. Pag. 102